lunes, 29 de junio de 2009

¿Qué me ha pasado?





Estar en casa de mis padres me hace recordar.

Hay un montón de gente aquí a la que no veo desde que iba al instituto. A otros desde la E.S.O.
Hoy soñé con mi profesor favorito. Estaba en una habitación muy extraña ayudando a sus alumnos y llegaba yo, nos dábamos un abrazo y le contaba cómo me va en la universidad.
Después estuve recordando momentos de esas clases, con este y otros profesores. Siempre sacaba muy buenas notas (menos en mis años rebeldes en los que aprobaba raspado). Me decían que era muy lista.
A los 15 nos pasábamos las tardes fumando porros y hablando. Siempre había buenas palabras para mí. Mis amigos me describían como una "amiga de verdad", con la que, además, te lo pasas bien.

¿Qué más puedes pedir? Guapa, lista y divertida.


Por aquella época no vomitaba mucho, ni estaba tan obsesionada, eso llegó a los 16. Tampoco me permití más dejar de sacar las mejores notas... Esa búsqueda de la perfección me llevó a no ser más aquella guapa, lista y divertida.

Y es que hay quien me envidia. Si supieran lo que hago y lo que piensan no me envidiarían.
Yo envidio a todo el mundo.
Envidio a esas chicas rellenitas, riéndose de sus lorzas, comiendo donuts, irradiando alegría, iluminando a todos con sus miradas, y ligando como celebrities de Hollybood.
Envidio a los tontos, que salen a tomar coca-colas con sus amigos tontos para hablar de la próxima actuación de Dj Fulano en la discoteca Mengana, miran la tele y comentan lo que hacen los concursantes de los realities mientras se preguntan por qué la gente lee libros y no espera a que saquen la película.
Envidio a los que salen porque les gusta, y se divierten haciendo mil y una cosas. Sus amigos no se preguntan por qué no les coge el teléfono desde la última vez que se vieron, porque ellos son los que enseguida llaman.

Qué pensarían mis antiguos amigos y profesores cuando me viesen como un espectro llorando sin poder dormir, temiendo por mi vida cuando me duele el estómago como si fuese a romperse por el esfuerzo de mis vomitivas, silenciando el móvil cada vez que alguien llama, acurrucada frente al radiador, golpeándome la cabeza contra algún objeto duro...

¿qué me ha pasado?

domingo, 28 de junio de 2009

Ana la Friolera




Vivían en Norteña,
una ciudad costera
donde la mar era gris
y la lluvia eterna.

Ella pasaba frío
apenas la noche llegaba.
Con una manta a cuadros
él la arropaba.

Prometieron quererse
mientras el frío existiera.
Él la llamaba
Ana La Friolera.

Tuvieron un riña
y él la dejó marchar.
Supo que no volvería,
no vuelve la ola al mar.

Ella pudo llevarse
todo lo que tenía
pero dejó olvidado
el frío que sentía.

Ahora, bajo la manta a cuadros,
él trata de coger el sueño.
Desde que ella se marchó
allí siempre es invierno.

Y la buscó sin descanso
desde San Pedro a Las Mestas.
Teme morir congelado
una noche de éstas.

La gente me llama insensato,
yo aún doy mi vida entera
por sólo una noche
con la chica friolera.

Nacho Vegas
Añada de Ana la Friolera

domingo, 21 de junio de 2009

Verano










Verano, Calor, Bikini...

De repente parece que todo se fue arreglando. Mi compañera no insistió en el tema esta semana, yo le dije que hablaría con mi madre de ir a un psicólogo pero que no le diría nada de lo de Mia (que como poco ya lo sabe). Muchas gracias por todos vuestros consejos. Por supuesto que voy a ir al psicólogo, y espero dejar esta obsesión atrás muy atrás.

Estoy contenta: adelgacé otra vez, me pesé hoy y 46,1 con ropa. Me puse un pantalón corto (¡quién me iba a decir a mí que iba yo a enseñar las piernas alguna vez!) de la 34 que hace unas semanas no me quedaba apretadísimo y ahora me veo genial con él. Me hice unos análisis el martes y todo salió bien, así que creo que estoy aprendiendo a comer. Acabé los exámenes y creo que apruebo todo. Estoy contenta, el calor me gusta, porque no soporto el frío, y ya no me molesta enseñar carne (enseñar hueso, la verdad, si miramos de cintura para arriba) pues me veo bastante bien. Ahora lo que quiero es mantenerme en los 45-46 kg, en mi talla, y ni engordar ni adelgazar.
Hoy estuve sacándome fotos (quizá las cuelgue aquí un día de estos) y no sabía que se me notaban tanto los huesos de la espalda, no me gustó mucho, la verdad. Pero bueno, con camiseta ya no se nota. Lo que me agobia un poco son los hombros, piel y hueso, y mucha gente me hace comentarios al respeto... Pero soy así, sino miren mis muslos y mi culo, ¡muy lejos de la delgadez!

Nada más que decir por hoy. Supongo que a partir de ahora podré pasarme más por aquí. ¡Un beso!

sábado, 13 de junio de 2009

Tiene que saber que vomitas







Tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo, tienes que decírselo...

Mi compañera de piso "habló conmigo". ¿Desde cuándo, si quieres ayudar a alguien, no dejas que este se exprese? Así es: yo sólo soy una enferma que no acepta su problema. No soporto a la gente que no escucha. No soporto a la gente que cree que todo lo sabe, que entiende de todo.

Tienes que decírselo a tu madre, sino lo haré yo.

Ya sé que sólo quiere ayudarme, pero le dije lo que iba a hacer: Voy a contarle a mi madre que no estoy bien anímicamente, que paso malas rachas sin razón aparente, me deprimo y no soy capaz de estudiar ni de comer, ni tengo ganas de salir de casa. Voy a decirle que quiero ir a un psicólogo para resolver esto antes de que vaya a más. (todo esto entre sus múltiples interrupciones, sí, no sabe escuchar)
- Pero tu madre tiene que saber que vomitas.
¿Pero tú acabas de escucharme? ¡Voy a ir a un psicólogo, va a ayudarme! ¿Por qué tengo que joder a mi madre?
- Porque es tu madre. Tiene que saberlo.

La semana había ido bien, no vomité y comí poco. Me siento radiante. No me he pesado pero sé que adelgacé (vuelve a sentarme bien la talla 34). Y ahora que estoy contenta, que sabe que no voy a vomitar (no voy a hacerlo delante de sus narices) me viene con estas...

No sé qué decirle a mi madre, pero espero que todo vaya bien. Lo importante es que voy a pedir ayuda, haciendo el menos daño posible. Sólo espero que ella no se vaya de la lengua. Porque sólo conseguiría una recaída fuerte.

Muchas gracias por vuestros consejos. Pero no puede hacerse nada con alguien que no sabe admitir que a veces no lleva razón, y que, encima, no te escucha.
BESOS

(las fotos de arriba son de la modelo Amanda Norgaard, mi nuevo descubrimiento)

sábado, 6 de junio de 2009

Perdida


Semana mala malísima:

- Cada vez me veía peor, por lo que no pude aguantar y tuve que recurrir a Mía otra vez. Lo poco que comí se fue por el retrete.

- La consecuencia: sentirme mal por hacerlo y decirme "no puedo seguir vomitando". En dos días, dos manzanas.

- 180º... Sentirme mal porque mañana me pesan y si quiero adelgazar mejor que sea a partir de mañana. Si llego al médico y no peso tres kilos más que la última vez... malo. Así que volví a comer bien, para mí mucho.

- Círculo vicioso: después de una cena y una comida abundantes vuelve Mía, porque odio sentirme con el estómago lleno.

- Mi compañera de piso me pilla y se da cuenta de todo. Intenta hablar conmigo y aconsejarme, y yo no puedo aceptar los consejos de alguien que no tiene ni idea de lo que pasa, que no sabe que lo vengo sufriendo años. Sé que sus intenciones son buenas, pero yo ya no confío en ella desde hace un tiempo (se portó bastante mal conmigo hará ahora un año y un par de meses y desde esa no ha vuelto a ser lo mismo).

- Miedo insufrible a que, por querer "ayudarme" se lo cuente a alguien. Siento incomodidad, vergüenza y remordimiento. Si se entera mi madre se le parte el alma, y a mi verla mal me parte el corazón.

No sé qué hacer, qué decirle a mi compañera para tranquilizarla y para que no crea que es algo grave y que lo estoy superando... ni yo estoy segura de ello, pero ella tiene que estarlo.
Estoy perdida. Y no puedo dejar de llorar.

06.06.09
15:53
Dije que iba a escribir cómo me había ido en el médico y aquí estoy. Me acompañó mi madre y lo agradecí. Vio los análisis y me dijo que la cosa estaba mucho mejor, ya tengo el hierro bien. Lo malo es que cuando me los hice estaba saliendo de un catarro y acabando los medicamentos, por lo que me dio defensas muy bajas, así que dentro de una semana tengo que repetir análisis.
No me pesó. No sé si se olvidó o ya no lo creyó necesario porque los análisis salieron bien. A lo mejor no quería hacerlo delante de mi madre (soy mayor de edad y ella no tiene que saber nada si yo no quiero). Pero me dijo que seguía estando muy delgada y que lo llamara cuando me dieran el resultado de los análisis y "hablábamos".
No me siento mal, estoy más tranquila que ayer.

un beso enorme a todas