sábado, 10 de octubre de 2009

38-36-34... 56-(...)-47-46-45-44... y son solo números






Es curioso cómo cada estado de ánimo repercute en nuestros hábitos alimenticios. O al menos esto pasa conmigo:
Debéis saber que he pasado una mala racha, y por eso no me he pasado por aquí, ni para actualizar, ni para leeros, ni para leer los comentarios. Hoy lo hago y espero que me de tiempo a ver cómo os va a todas.
Para empezar, se murió mi abuela. Ahorraos toda clase de consuelos en este tema, porque, aunque os los agradacería, no hacen falta. Era muy mayor y vivió feliz hasta el último momento: no sufrió. Fueron muy tristes los primeros días, pero después, extrañamente, me sentí bien. Ojalá yo también me muera así. Durante esos días no aguanté comer acompañada. Comí sola siempre, y me purgué siempre.
Por otra parte, dos semanas después, mi novio y yo tuvimos una discusión muy fuerte. Creo que la peor de todas. Dijo que no lo llamase, que no quería ni verme ni hablar conmigo en un tiempo. Así que no lo hice. Me sentía tan triste que apenas salía de la cama, y era incapaz de comer sólidos. Así que me alimenté durante una semana a base de zumos, leche, sopas, yogures y caldos.
Ahora las cosas ya están arregladas, por lo tanto, ya se me quitó el nudo de la garganta. Ahora vuelvo a sentirme más o menos feliz, como antes. Cuando me siento así llevo esa extraña dieta que me mantiene sin subir ni bajar de peso pero por debajo del "ideal". Sin embargo ahora peso menos de 45. No sé qué pensar, qué hacer, cómo comportarme. Me miro al espejo, y me gusto. Incluso desnuda. Dios mío, la 34 empieza a quedarme grande... Y eso no puede ser. Pero no soy capaz de comer, no quiero engordar...
¿Y ahora qué?
Esto es, perdónenme la expresión, una puta mierda. Odio la anorexia, odio la bulimia, y estoy cansada de que controlen mi vida. Desde hace tanto tiempo. A todas las que decís I love ANA o I love MIA.... explicadme por qué.