¿Habéis visto Miedo y asco en las Vegas? La habitación del hotel... cuando Raoul (el personaje de Johnny Depp) se despierta sin recordar nada...
(...) BORRADO por motivos de privacidad
Cuando llegó el bajón, porque el bajón siempre llega, eran las 12 de la mañana. Conseguí dormir en un metro cuadrado del sofá, y me desperté en el suelo, con la cabeza ardiendo al lado de la estufa. A ver quién coño cena ahora, a ver quién se sienta ante una mesa llena de comensales dispuestos a engullir como animales. A ver quién coño es capaz de comer algo. Nadie se acordaba de que esa noche todos teníamos que cumplir en la cena de Nochebuena.
Poco a poco la gente acabó yéndose. No dormí nada más. No comí nada. Limpié el piso. Llegué a casa como una rosa y ayudé a preparar todo. La comida llegaba y yo comía bocaditos que, sorprendente y felizmente no me costaba tragar. Pero de repente PLAS! Golpe en la cabeza. Todos los sentidos se nublaron. Dejé de escuchar nada real. Lo único existente en mi cabeza era un vacío que lo acaparaba todo. Escuchaba la Nada. Escuchaba el taladrar silencioso que mellaba mi cerebro.
Cuando eso pasó vino el ataque de ansiedad. Me levanté corriendo y me metí en el baño. Me mojé nuca y frente y la cabeza pareció despejarse un poco. Me examiné la nariz pero no había restos de sangre. Las pupilas estaban como platos y mi cara era un mapa, un mapa en blanco con franjas negras azabache rodeando los gigantescos globos oculares.
Ataque de pánico. Mamá me encuentro mal. Es que no dormí nada ayer y casi no comí. Me está viniendo otra vez la ansiedad. Me pasé todo lo que quedaba de cena yendo y viniendo a la mesa, porque era incapaz de quedarme quieta. Llamé al psicólogo pero no me cogió. Lo único que pasabn por mi mente eran imágenes de la noche y de la mañana. Una locura, una auténtica locura. Totalmente surrealista.
Y al fin... Bendito TRANKIMAZIN. Bendito mi hermano y sus problemas psiquiátricos y su neceser lleno de enmascaradores de problemas. Ni siquiera estoy segura de que fuera Trankimazin, al menos no el habitual. Era una pastilla que se disuleve bajo la lengua sin necesidad de beber nada: un espléndido sedante que me dio la vida.
Me senté. Comí un trozo de piña. Bostecé. Sonreí.
FELIZ NAVIDAD
